Un comprador extranjero cumple su sueño de tener una casa en España. Encuentra una propiedad encantadora a través de una agencia local, que le presenta todos los documentos: la licencia de obra, la escritura, la nota simple y los datos catastrales.
Una compra aparentemente segura
El comprador, que no habla español ni conoce las particularidades legales del país, confía en la documentación entregada y asume que todo está en orden.
La sorpresa: una vivienda “legal” sin licencia válida
Meses después, al solicitar una licencia turística o realizar reformas, descubre que la propiedad tiene una licencia antigua, pero con modificaciones posteriores no aprobadas. Partes del edificio pueden haber sido ampliadas o modificadas sin autorización.
Por qué ocurre esto a menudo en España
Especialmente en zonas rurales o turísticas como la Costa Blanca o Andalucía, muchas viviendas han sido modificadas sin actualizar su licencia. Fincas, chalets o villas fueron alteradas sin declarar, por desconocimiento o por falta de control. Estas modificaciones no están registradas oficialmente.
Consecuencias legales y económicas
- No se conceden permisos de reforma: sin base legal no es posible obtener nuevos permisos.
- Dificultades para la reventa: futuros compradores o notarios pueden detectar las irregularidades.
- Multas o demoliciones: las autoridades pueden imponer sanciones o exigir restituciones.
- Sin licencia turística: solo se concede para propiedades legalizadas y registradas correctamente.
Cómo protegerse como comprador extranjero
Es clave realizar una revisión independiente:
- Consultar el expediente de obra en el Ayuntamiento: ¿coinciden los planos con la realidad?
- Revisión por un arquitecto o técnico que compare la propiedad con los planos oficiales.
- Asesoramiento jurídico por un abogado independiente experto en derecho inmobiliario.
- No confiar solo en los documentos del agente: estos no están obligados a hacer una revisión legal.
Conclusión: confiar no basta – revisar es obligatorio
Comprar en España puede ser una gran inversión si se hace con garantías. Este caso demuestra que incluso con documentación formal puede haber sorpresas. La clave: asesorarse bien antes de firmar.
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